Dibujo de Oski

Amílcar Romero

 dromo

Si nunca segundas partes fueron buenas, como está demostrado, esta que viene es óptima. El plumín como única vía para la expresión y las figuras de Oski recobran vida, envían mensajes como avioncitos de papel y el mundo se vuelve tan ridículo como amable, pero sobre todo risible. Claro, también el grotesto.Al igual que en la página anterior, estos nuevos hitos fueron editados en 1973 la Universidad Católica de Valparaíso bajo el título de la Vera historia del Deporte, y acá sólo algunas muestras ponemos a disposición, las que iremos completando en la medida de lo posible, siempre y cuando el tiempo, el FMI y la cisis energética lo permitan. 

Facsímil de la edición chilena desteñida por el tiempo.

Más abajo, no mucho, casi inmediatamente, otra vez, viene lo que a nivel virtual es algo así como un cuaderno o un álbum, sólo que -repetimos- acá no es necesario andarse ensalivarse los fingers para pasar de uno a otro. Eso sí, el recurso gráfico utilizado no permite el reculié, con perdón de la expresión, una voz antigua que viene del billar, juego que se practicaba con tres bolas porque hombres eran los de antes. En este efecto virtual uno se puede pasar dando la vuelta a la noria o yirando en círculo, como en un círculo dantesco o como en la concepción del tiempo que tenía Borges. No se caliente. Apague la computadora y listo. No es por nada, no, pero no vaya a andarse metiendo en sitios de los que usté ya sabe porque ahora para la Iglesia es pecado. Lo mismo que usar programas truchex, mi viejo, lo que es la vida, con los tiempos que corren no sólo hasta a Cristo la chiva le han afeitado sino que el chabón resultó neoliberal y le tiraron un dieguito de Seattle. ¡No hay derecho!

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